Había un chico, y un piano, la música empezó a sonar acompañada de su voz y entonces fue como si estuvieses allí, conmigo, abrazándome, soñando por mi.
Se que te hubiese gustado, y cuán feliz hubiese sido humilde servidora disfrutando tu sonrisa.
En otra ocasión fue un arpa acariciada por un hombre experimentado y entonces te quise y toda mi cabeza fuiste tú. Como lo eres desde hace tiempo, como lo has sido estos días que llevo sin verte, como estoy segura que seguirás siendo mucho tiempo.
El poder evocador de la música. Y el amor, siempre.
ResponderEliminarCuando uno está enamorado, se siente siempre acompañado por la persona amada, incluso sin estar presente...
ResponderEliminarEs precioso. Y es que la música a veces va mucho más allá de ser simples sonidos...
ResponderEliminarUn beso!