12 noviembre 2014

Madrid en blanco y negro (y cosas por hacer)

A falta de rehacer el blog, no habiendo encontrado aún una interfaz que me convenza para aunar textos y fotografía, sigo publicando aquí, porque no, no puedo guardarme las cosas para mi, cuando algo me gusta tengo que compartirlo con urgencia. De hecho, ahora mismo estoy bastante más que cansada pero no soy capaz de irme a la cama sin haberlo compartido primero.

Desde que entregué la documentación del proyecto, he vuelto a coger la cámara y a trastear. Sigo sin haberme leído ningún manual, pero a estas alturas empiezo a pensar que nunca llegaré a hacerlo. Yo solita he ido trasteando opciones, modificando parámetros y parece que le estoy cogiendo el truco. Dejo una serie de fotos tanto de la primera noche que trasteé la cámara, como de esta tarde, que por fin, después de llevar meses diciéndolo, nos hemos animado Pin y yo a dar un paseíto por el centro, cámara en mano, café en la otra. 

6 Nov'14
Primeras pruebas de atardecer y de noche. Luces, sobre todo las luces, no sabéis la emoción de haber aprendido yo sola a hacer estas cosas.





y este es el tipo de cosas con las que yo me emociono y me siento por dentro como: "¡mira mamá!"





12 Nov'14
Madrid en blanco y negro (y un poquito de color). Me encanta esta ciudad.



Calle Arenal



Sol, principios de Noviembre y el árbol de Navidad ya está aquí.

Sol

Calle Montera

Calle Fuencarral


Y para rematar la tarde y satisfacer al estómago, unas cañitas en El Tigre.


28 septiembre 2014

Mentiras y más mentiras

    Perdonad que me entrometa, pero no, no lleváis razón.

    Me explico. Entro en facebook esta mañana y me encuentro en primera plana esto:


    Para quien no quiera verlo, viene a ser un "experimento" consistente en hacer un perfil de Tinder de una tía buenorra y quedar con chicos, pero para la cita la maquillan y la "disfrazan" de gorda. Luego hacen lo mismo con un buenorro. La genial idea reside en estudiar las reacciones de la gente al encontrarse con "los gordos". Evidentemente los tíos dicen lo que piensan (quedando así como unos capullos) y ellas disimulan y se hacen las simpáticas (qué necesitadas de "egomakers" las veo yo ahí...).

    Perdón por las formas, pero menuda gilipollez de experimento. Cómo os gusta la demagogia, chaval. Y esto de usar la gordura femenina como debilidad me está tocando los cojones a dos manos últimamente. Al habla una mujer gorda y con dos ovarios bien puestos.

    El experimento, más que la reacción ante la gordura es una reacción ante la falsedad, de un perfil y de ella misma. Yo personalmente he reaccionado como ellos en más de una ocasión, no es por estar gorda, es por la mentira.

    Imagina, entras en una página de esas, empiezas a hablar con un tipo (más o menos guapo, eso depende de gustos y ahí no me voy a meter), te parece encantador, seguís hablando, decidís quedar, quedáis y cuando llegas al punto de encuentro resulta que te encuentras con alguien completamente distinto (vuelvo a no meterme en cuestiones de más o menos guapo, simplemente alguien diferente). Todo se te desmonta. A mí al menos. Automáticamente considero falso todo lo que he hablado anteriormente con él, es un completo desconocido, con el que solamente has intercambiado palabras por escrito, teniendo siempre a mano a Mr. Google para poder buscar cualquier cosa en la que hubiese querido hacerse el interesante contigo o fingir tener cosas en común, mi cabeza al menos así funciona, ¡es todo falso! Y a partir de ese momento puede ser desde un tipo normal con baja autoestima o necesitado de cariño, hasta un psicópata, un violador o un asesino en serie…

    Y si, en ese mismo momento, nada más verle, sin más dilación, he dicho lo que pienso, cruelmente, y me he largado.

    Este es de hecho el punto que más me toca la moral de conocer a gente por internet, la gente falsa, los perfiles falsos… Bastante difícil es ya encontrar a alguien que te caiga bien y con quien te parezca que puedes estar a gusto y coger confianza (tanto en internet como en la vida real) como para encima andar perdiendo el tiempo con mentirosos. Repito, lo del vídeo no es por la gordura, es que la chica parece otra distinta. Me gustaría ver el mismo experimento con un perfil verdadero. Un perfil con fotos de la chica maquillada y transformada en gorda. Conocería a gente, quedaría con chicos y esos chicos estarían encantados con ella, porque ya sabían de antemano a quién estaban conociendo, con quién se iban a encontrar, con alguien sincero.

    Lo que de verdad no entiendo es la reacción de las chicas ante el hombre... Sinceramente me dan pena, qué solas deben estar y qué necesitadas de que les hagan caso... Es un completo desconocido que les está mintiendo desde el minuto cero ¿cómo tienen el valor de fiarse de él en cualquier otra cosa?

    Luego aparte está evidentemente el tema Tinder. Experimento dicen ¿Qué cojones? Todos sabemos lo que es Tinder, no puedes pretender que estando en un sitio donde lo único que se valora es el físico, la imagen, la foto de turno que tengas puesta, de pronto vayan a valorar el interior y estén encantados con encontrarse a alguien completamente diferente a lo que pensaban.

    Cierto es que todos evidentemente intentamos vender la mejor versión de nosotros mismos, pero una cosa es eso y otra poner fotos de Keanu Reeves porque seas moreno y tengas ojos marrones… A ver, que yo con 16 años también estaba monísima de la muerte y entraba en una 38, pero ahora tengo 27 y unas cuantas tallas más. Poner fotos de aquella época me parecería igual de falso que lo de las fotos de Keanu, o lo de estos de los vídeos.

    Seamos coherentes. Tontos no somos y sabemos la utilidad de estas redes, nadie pretende encontrar ahí el amor de su vida. No nos engañemos y llamemos a las cosas por su nombre, es la forma más directa de sexo fácil, sin complicaciones de tener que andar “ligando”, ni pasando toda la noche detrás de la chica de turno para que te agradezca las copas a las que la has invitado con un saludo de lejos mientras se va con el otro que no le había hecho ni puto caso en toda la noche pero era el que le gustaba de verdad. Es un mecanismo sencillo, “me gusta”, “le gusto”, quedamos (follamos).

    Teniendo en cuenta esto, ¿cómo puede ser que os siga sorprendiendo que cuando alguien se encuentra con una persona diferente en una cita de este tipo de páginas, le rechace? A mí, personalmente, me parece lo más normal y lo más lógico del mundo. Y no tiene nada, repito, NADA que ver con la gordura.

22 septiembre 2014

Descubriendo rincones

     Como era de esperar, el manual de la cámara sigue ahí, a buen recaudo en su cajita y sin haberme leído ni una sola palabra. Evidentemente sigo queriendo reorganizar esto y tomármelo en serio, pero vamos paso por paso. Por el momento he empezado a hacerle más caso a Instagram, a trastear la cámara (sin tener ni idea pero van saliendo cosillas) y a ponerme al día con algunas otras cosas de mi vida.

     Por poneros en antecedentes, este año tengo un nuevo compi de casa, italiano y la mar de salao, al que resulta que le encanta dar paseos y perderse. De modo que me dice ayer de dar un paseo y me descubre un bosquecillo encantador al otro lado del pueblo. ¡Cinco años viviendo aquí y yo sin saber que eso existía! 

     Por supuesto, cuando me dijo lo del paseo, lo primero que eché en el bolso fue la cámara, así que aquí están las fotitos de uno de mis nuevos lugares favoritos.

"everything dies someday"

"kids"

"follow the way"

"feet, they are important to walk"





"the handsome italian guy"

"brick and leaves"

"connected"



"all roads lead you Home"

12 julio 2014

ausencias y ¡nueva cámara!

     Esto está siendo una debacle. Yo quería tener un blog y escribir y ser constante y ... qué bonito es todo cuando lo empiezas, pero luego ¡hay que continuarlo! y yo con eso ya me llevo peor.

     Llevo tiempo queriendo rehacer los dos blogs en uno solo y tengo montones de entradas empezadas, ideas que al final se quedan anotadas en unas páginas de mi moleskine.

     Total, que por unas cosas o por otras, esto está más que estancado e incluso dudo que alguien vaya a leerlo, pero hoy siento la necesidad imperiosa de publicar en algún lugar la buena nueva y facebook no me parece del todo apropiado.

     Como digo en el título ¡tengo nueva cámara! Llevaba un montón de tiempo con ganas de una reflex y por fin hace dos días me la compré. Aparte de fotos chorras que empecé a hacerle a todo mi alrededor desde el momento que cayó en mi manos, hoy la he "estrenado" de verdad.

     Me he ido esta mañana a hacer una ruta cortita de senderismo por aquí cerca (9km a lo tonto), a ver naturaleza y fotografiarla, experimentar con lo poco que todavía se de mi nuevo juguete preferido (ya me leeré detenidamente el manual en vacaciones y trastearé todo y más) y aquí está el resultado.

     Además de las fotos, los sonidos, los olores del campo... algunos momentos me han inspirado y recordado cosas de mi pueblo natal, al final soy de campo y no puedo evitar que me encanten sus detalles. Algunas imagenes tienen al pie de foto una referencia o el breve recuerdo que me han evocado.

"Carcosa"
Es lo primero que he pensado al ver este cortijo abandonado, no me preguntéis por qué, pero me ha recordado a ese lugar maldito de True Detective









"puertas al campo"
Me perturba seriamente que todo esté vallado, veas de lejos un lugar, un bosque, una colina... a donde te apetece ir y te encuentres con una valla enmedio que te impida el paso

"se avecina el peligro"
Con esto me he acordado de un amigo que me contó que de pequeño tuvo un hormiguero (si, original, a falta de perros, él criaba hormigas) y me contó que lo que más perturba a las hormigas son los escarabajos, llegan y arrasan con todo, con su orden, con su mundo superfuncional y organizado... llevándose por delante tantas de ellas como sea posible. Pobres hormigas, lo que les espera.

"el amor"
Yo de esto "ni papa" (como se diría en mi pueblo), pero eso dicen, ¿no? que en el amor "flores y espinas".

"crossroad"
Cambia de dirección, pero avanza siempre hacia adelante.




"hinojos"
Esta foto no me gusta especialmente como tal, pero no he podido evitar terminar con una foto de los hinojos.
Cuando empezaba el camino, a las 7a.m. con el frescor del rocío, ese olor me ha resultado inconfundible. Un olor como a regaliz negro mezclado con el olor de la tierra húmeda del amanecer. Me he transportado a mi pueblo, incluso a las viñas de mi abuela paterna en Osuna, a esas caminatas por el campo con la voz ronca y paciente de mi padre contandonos historias de fondo, como un susurro que siempre irá necesariamente ligado a mi, real o resonando en mi mente. 

03 marzo 2013

"la bisexualidad: ¿todo un arte?" Documental

Documental didáctico donde los haya, liberador e interesante para todos, independientemente de la orientación sexual que hayan decidido. Viendo a toda esta gente, tan liberada, siempre me dan ganas de gritarlo a los cuatro vientos, aprendamos todos a ser un poquito más libres, y sobre todo, a respetar la libertad de los demás.

Aquí mis retales de este documental, las referencias que a lo largo del vídeo se van dando (películas, libros, cantantes, autores...) y el link de la primera parte. Espero que os guste tanto como a mi.

"el bisexual o multisexual aprende desde que nace a no tener modelos, se ha emancipado del de sus padres y construye su propio camino" Wolfgang Loop

"estoy convencido de que dos personas se sienten atraídas la una por la otra independientemente del sexo"

"casi nunca ha habido bisexuales declarados que no se percibieran a si mismos como bellos, es una idea muy narcisista" Wolfgang Loop

"en la sociedad occidental los bisexuales suponen quizás una amenaza aún mayor para los homosexuales porque son inclasificables, no se dejan incluir en ningún bando, son en cierto sentido, traidores que juegan a dos bandas, así que se les achaca una especie de duplicidad, en el fondo, gente a la que no se puede excluir ni incluir"

"son los seres más peligrosos (entre comillas) porque son aquellos que pueden caer en todas las tentaciones y hacerte sucumbir a ti a todas tus fantasías"

"es alguien en equilibrio entre dos sexualidades, entre dos realidades ...  es alguien que ha conseguido mantener el equilibrio"

"es muy limitador decirse de una vez por todas, para siempre, que hay una mitad de la humanidad a la que nunca vas a poder tocar" Eric Verdier

"creo que la bisexualidad asusta a la gente porque obliga a pensar de una forma flexible y matizada"

"cuando de pronto ya no te planteas el proceso intelectual que te lleva a tomar una decisión u otra, sino que se presenta así y lo vives así, te encuentras delante de algo realmente revolucionario"

La confusión de géneros - Ian Duran Cohen
El cielo dividido; Julián Hernández, 2006
Elogio de la diversidad sexual; Michel Dorais
El satiricón 
El arte del sexo; Dr. Magnus Hirschfeld
Freud
Frida Calho
Collette
Virginia Woolf
Informe Kingsey
El esgundo sexo; Simone de Beauvoir
Bret Easton Ellis "the rules of attraction"
Jennifer Baumgardner
Mira a ambos lados: política bisexual
Mulholland Drive - D. Lynch 2001
Juegos de mujer - John Duigan, 2004
Adios Emmanuelle - Françoise Leterrier, 1977
Reinas - Manuel Gómez Perreira, 2005
La obra en negro - Andre Delvaux, 1988
Redada en Harlem - Bill Duke, 1991
Brokeback Mountain 
Un homme accidentel- Philippe Besson
Un garçzon d'Italie - Philippe Besson
Les chansons d'amour
Shortbus -- (nota: MUY RECOMENDADA)
Ken Park
Duchas Frías - Antony Cordier
El nacimiento de los pulpos



P.D.: si no eres capaz de aceptar tu propia libertad, al menos no jodas al prójimo.

15 noviembre 2012

"el cielo sobre Berlín" (las alas del deseo) Wim Wenders

       Llevaba tiempo en mi lista de espera de "películas por ver", no se dónde la escuché por primera vez pero después de haber tenido la suerte de poder vivir la ciudad (dos veces por el momento y en venideras ocasiones seguro que repito) me pareció cuanto menos sugerente el título. Hace poco una profesora que tengo como referente y de cuya capacidad nunca he dudado la recomendó en clase, y esta tarde me he decidido a verla. No tengo más que buenas palabras. Me ha encantado, cada historia me ha llegado al alma, y Berlín, Berlín siempre cala hondo, se te mete dentro y todo lo que vuelves a sentir cuando piensas en esa ciudad es añoranza (esas escenas de Postdamer Platz, la Biblioteca Nacional de Scharoun, callejuelas y graffitis...). No me enrollo más porque mis rincones de Berlín darían para hablar largo rato. Aquí mis "retales", esos pequeños extractos que me gusta sacar de aquellas películas, libros o canciones que me conmueven.

 [...] cómo puede ser que yo, que soy yo, antes de serlo no lo fuera y que algún día yo, que soy yo, deje de ser lo que soy [...]


[...] el fuego junto a los pastos, las patatas en las cenizas, la casa flotante en medio del lago, la cruz del sur, el lejano este, el alto norte, el salvaje oeste, el gran lago del sur, la isla de Tristán de cuba, el delta del Misissipi, Stromboli, las viejas casas de Charlot en Bork, Albert Camus, la luz del amanecer ... 

... las huellas en el suelo de las primeras gotas de lluvia, el sol, el pan y el vino, ..., brincar, las betas de las hojas, la hierba que mueve el viento, los colores de las piedras, ..., el mantel blanco al aire libre, el sueño de la casa en la casa, el prójimo durmiendo en la habitación de al lado, la tranquilidad de los domingos, el horizonte, la luz que entra en la habitación desde el jardín, al avión nocturno, ir en bicicleta sin manos, la bella desconocida, mi padre, mi madre, mi mujer, mi hijo [...]

[...] el mundo parece estar hundiéndose pero yo sigo narrando su historia como al principio, con la voz cantarina que me sostiene, salvado gracias a la narración del caos del presente y protegido para el futuro.

 Se acabó divagar como antes yendo adelante y atrás a través de los siglos, solo puedo pensar de un día al otro, mis héroes ya no son los soldados y el rey, sino las cosas de la paz, una tan buena como la otra. Las cebollas secas, igual de buenas que tronco de madera que atraviesa el barro, pero todavía nadie ha conseguido entonar una epopeya por la paz, ¿qué pasa pues con la paz que no consigue apasionar largamente y apenas se deja describir? ¿Debo rendirme ahora? si me rindo, la humanidad perderá su narrador, y si la humanidad pierde algún día su narrador habrá perdido también su infancia. [...]

[...]¿dónde están mis héroes, dónde están mis niños, dónde están los míos, los duros de mollera, los originales? [...]


[...] nombrame musa a mi, pobre e inmortal cantante, que abandonado por sus oyentes ha perdido la voz y que desde antaño el ángel de la poesía se ha convertido hoy en un organillero ignorado y con frecuencia objeto de las burlas ajenas instalado fuera del umbral de la tierra de nadie [...]


[...] solo las calles romanas nos llevan al infinito, solo las huellas más antiguas nos permiten progresar. ¿Dónde está el paso elevado?, también la llanura, también Berlín tiene sus propios pasos secretos, y solo allí empieza mi tierra, la tierra de la narración. ¿Porqué no ven todos ya desde la infancia los pasos, las puertas y grietas que hay en la tierra y en el cielo? si todos las vieran seguro que en nuestra historia no habría crímenes ni guerras [...]


[...] me voy a lanzar al río. Hay palabras de personas mayores que hoy empiezo a comprender. Ahora o nunca, un momento en el vado, pero no habrá más orillas, solo el vado mientras estemos dentro del río, hacia dentro, en el vado del tiempo, el vado de la muerte, debajo de nuestra atalaya de los no natos. Observar no es mirar hacia abajo, sino el nivel de los ojos, primero me voy a bañar, luego me afeitaré... [...]


[...] nombrame los hombres, las mujeres y los niños que me van a buscar, a mi el que les cuenta, el que les canta, el que les da el tono, porque me necesitan más que nada en este mundo [...]  


     Y cómo no añadir la poesía del director que se narra en fragmentos a lo largo de la película: "cuando el niño era niño" (en la película, la poesía traducida con mucho más sentido, pero no la escribí desde el principio y luego no he vuelto a encontrar todos los trozos en las dos horas de vídeo, así que dejo esta traducción que he encontrado en internet):


Cuando el niño era niño
caminaba con los brazos colgantes,
quería que el arroyo fuera río,
el río un torrente, y este charco el mar.

Cuando el niño era niño,

no sabía que era niño,
todo le parecía animado
y todas las almas eran una.

Cuando el niño era niño,

no tenía opinión sobre nada,
no tenía ningún hábito,
frecuentemente se sentaba en cuclillas,
de pronto se echaba a correr,
tenía un remolino en el pelo,
y nunca posaba para tomarle una foto.

Cuando el niño era niño,

era el tiempo de estas preguntas
¿por qué yo soy yo y no soy tú?
¿por qué estoy aquí y por que no allá?
¿cuándo empezó el tiempo y dónde acaba el espacio?
¿es la vida bajo el sol tan solo un sueño?
es lo que veo y oigo y huelo
¿no es solo una ilusión del mundo ante mundo?
Dados los hechos de la maldad y de la gente.
¿existe realmente el mal?
¿cómo es posible que yo, que existo,
no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, que existo,
ya no seré quien soy?

Cuando el niño era niño,

le costaba tragar las espinacas, los guisantes, el arroz con leche
y la coliflor al vapor,
y ahora come de todo, no solo por necesidad.

Cuando el niño era niño,

alguna vez despertó en una cama extraña,
y ahora lo hace comtinuamente.
Muchas personas, entonces, le parecían bellas
y ahora solo unas pocas, por pura suerte.

Había visualizado una clara imagen del Paraíso

y ahora, cuando mucho, lo adivina,
no podía pensar una nada
y hoy se estremece ante ella.

Cuando el niño era niño,

jugaba con entusiasmo,
y, ahora, tiene la misma excitación que entonces,
pero solo cuando se trata de su trabajo.

Cuando el niño era niño,

tenía suficiente con comer una manzana, ... y pan,
y aún hoy es así.

Cuando el niño era niño,

las moras le caían en la mano como sólo ellas lo hacen,
y aún hoy es así.
Las nueces frescas le hacían aspera la lengua,
y aún hoy es así.
Tenía, en cada cumbre,
el ansia de un monte mas alto todavía,
y en cada ciudad,
el ansia de una ciudad aun mejor,
y aún hoy es así,
Alcanzaba las cerezas en las ramas más altas de los árboles,
con una euforia que todavía hoy tiene,
era tímido ante los extraños,
y hoy lo sigue siendo.
Esperaba la primera nevada,
y hoy la sigue esperando.

Cuando el niño era niño,

tiró un bastón como lanza contra un árbol,
y éste aún sigue vibrando allí.

Y para quien quiera verla, dejo el link (en dos partes):




25 octubre 2012

sobre *Ken Park* (a mi parecer)

          Pues a mi me gusta. ustedes señores entendidos (o que dicen qué) digan lo que quieran, critiquen, que yo hablaré en su favor. En favor de la sencillez, de la realidad, porque al final es eso, realidad.
          Para "catalogar" una película de "buena" tiene que tener un argumento complejo (cuanto más inentendible mejor se valora por lo general) unos personajes moldeados, definidos y exagerados en sus cualidades. Buscamos el sensacionalismo, emociones que no son reales, queremos, a través de personajes de ficción, sentir lo que nuestra realidad no nos aporta. Nadie se ve con tanta claridad a sí mismo, nunca es tan definitiva la realidad. La verdad de cada uno, de la mayoría, es mucho más sencilla que todo eso, y es precisamente lo que me gusta de esta película, que eso es lo que refleja. La sencilla realidad de un grupo de gente que se interrelaciona viviendo una vida que les lleva.
          Tampoco creo que Larry Clarck pretendiese con Ken Park un taquillazo sensacionalista sobre los problemas sociales o perturbaciones de estas familias, da pinceladas sobre sus intimidades, que como incluso en las casas de más alta alcurnia, "de puertas para adentro, nunca se sabe". Su esencia está en la sencillez, en reflejar una realidad sin buscarle innecesarios y complejos perfiles psicológicos a sus personajes.
          Se acuestan unos con otros sin saber muy bien porqué, pero díganme ustedes, si es que alguno se ha tirado alguna vez a su vecina de enfrente o a la madre de su novia, qué lógica siguió ese primer encuentro. La realidad es que estas cosas, quien tiene la suerte de que le pasen, ocurren sin  más, de pronto te ves en la cama disfrutando con alguien sin saber exactamente cómo ni porqué. Todos hemos tenido amigos que nos han dado morbo, pues hay gente que lo sacia, se deja llevar y se divierte sin más pretensiones, no entiendo ese afán de tanto crítico por que estas relaciones estén fundamentadas, el sexo real, la mayoría de las veces, no tiene que ver con relaciones pasionales, autodestructivas o amor, simplemente surge de un deseo y si se disfruta, se repite.
          Así que me gusta, me gusta ver por una vez una película para relajarme, para no pensar, simplemente observar la vida de otra gente que podría ser tan real como yo misma.


14 junio 2012

a* (VI) “O de cuánto te quiero y qué poco me mimas”

¡¡Arg!! ¡Paso demasiado tiempo contigo! Y cada minuto que pasamos juntos solo me muestra más puntos en común. Además la gente se da cuenta y no deberían, al menos no deberían decírmelo, porque yo miro para otro lado y se me pasa pero me lo dicen y entonces parece que no son imaginaciones mías y todo se vuelve más difícil.
Por más que lo pienso sigo sin saber qué más necesitas. Yo en el terreno de las emociones nunca he sabido moverme, pero esto... es tan cierto como que estoy despierta. Es... es... es... sincero, es visceral, es un zumbido constante, es temblor y taquicardia cuando te acercas, es que me fallen las rodillas al verte, es una sonrisa constante, es deseo, es abrazarte con el pensamiento, es quererte más cerca, es besarte en sueños, es cosquilleo en el estómago, es bailar a tu son, es...

A todas horas, todo el tiempo, siempre. 

"El mismo amor, la misma lluvia" Juan José Campanella

En este caso una película, argentina, protagonizada por Ricardo Darín. Como casi todo lo que hace este hombre, me encantó. No me extiendo más.

 [...] qué hacer con tanto talento, poca salida y menos entradas [...]

 [...] yo, jorge pelegrini, conmovido por la pasión que me domina he decidido comenzar un diario intimo, al estilo de mis ilustres predecesoras: Ana Frank, Mafalda y la pequeña Lulu. Comencemos:

octubre, 14 1980

hoy no llamó

hoy tampoco

diez dias que no llama

noviembre, 2

hace un mes comencé este diario para aclarar mis sentimientos por laura, al no dignarse a llamarme en todo este tiempo tengo claro que laura, mis sentimientos y este diario se pueden ir a la reputísima madre que los reparió [...]

[...] y se vino la democracia no más, una democracia joven, una democracia linda, virgen, y si es joven, linda y virgen con nosotros mejor que se cuide [...]

[...] el triunfo de la esperanza sobre la experiencia [...]

[...] a veces pienso que las charlas sin importancia en lugares sin importancia fueron los momentos más importantes de mi vida [...]

[...] al final es como si sufrieran más lo que quedaron vivos que los que murieron [...]

26 mayo 2012

"el invierno en Lisboa" *Muñoz Molina

     Llevaba ya tiempo queriendo convertir el Gadget de "retales" en una etiqueta, porque un margen se me queda corto para recoger lo interesante que saco de cada libro o película que me gusta. Es otro de los vicios que he ido adquiriendo con el tiempo, cuando algo me gusta lo disecciono y saco sus "retales" como yo les llamo, esos diálogos elocuentes, esas frases que lo resumen todo, o simplemente que me gusta cómo suenan o lo que evocan. Iré subiendo los nuevos que vaya recopilando y los antiguos que deben estar en los discos duros cuando los vaya encontrando. A mi desde luego me encanta sacarle la esencia a las historias.

     Para empezar, de los últimos libros que me he leído y me ha encantado:

"El invierno en Lisboa", de Antonio Muñoz Molina.


"ascensores casi nunca compartidos con nadie en los que sin embargo hallaba señales de huéspedes tan desconocidos y solos como él [...] ese olor del aire fatigado por la respiración de gente invisible"


"a los pocos pasos ya parecía estar muy lejos"


"con aire de calculado extravío, con su atenta sonrisa que lo ignoraba a uno al tiempo que lo envolvía sin motivo en una certidumbre cálida de predilecicón, como si uno no le importara nada o fuera exactamente la persona que ella deseaba ver en aquel justo instante"


"capaz de mantenerse invulnerable e idéntica a si misma en cualquier lugar que estuviera "


"los domingos me levantaba muy tarde y desayunaba cerveza, me avergonzaba un poco pedir café con leche a mediodía en un bar. En las mañanas de los domingos invernales hay en ciertos lugares de Madrid una apacible y fría luz que depura como en el vacío la transparencia del aire, una claridad que hace más agudas las aristas blancas de los edificios y en la que los pasos y las voces resuenan como en una ciudad desierta."


"subía el miedo hacia mí como un sonido de sirenas lejanas: era una sensación de intemperie, de soledad y viento frío de invierno, como si los muros del hotel y sus puertas cerradas ya no pudieran defenderme"


"se encogió de hombros como si tuviera frío -"da igual. Entonces yo sólo existía si alguien pensaba en mi". Se me ocurrió que si eso era cierto yo nunca había existido"


"amaba en cada minuto la plenitud del tiempo con la serena avaricia de quien por primera vez tiene ante sí más horas y monedas de las que nunca se atrevió a apetecer"


"habían nacido para fugitivos, amaron siempre las películas, la música, las ciudades extranjeras"


"estaciones casi desiertas donde hombres de piel oscura miraban el tren como si llevaran mucho tiempo esperándolo y luego no subían a él"


"máscaras oscuras, ojos rasgados, de pupilas frías, facciones pálidas e inmóviles en zaguanes de bombillas rojas, párpados azules, sonrisas como de labios cortados que sostenían cigarrillos"


"entendió que era mentira el olvido y que la única verdad [...] se había refugiado en los sueños, donde la voluntad y el rencor no podían alcanzarla"


"había recordado y perdido sueños en los que un tibio dolor iluminaba la felicidad intacta de los mejores días [...] y los desvanecidos colores que sólo entonces tuvo el mundo"


"tan propicia y futura, tan iluminada como esas ciudades a donde estamos a punto de llegar por primera vez"


"tal vez en aquella extraña luz que no parecía venida de ninguna parte obtuvieron al verse [...] el fulgor con que les era posible descubrirse en el tiempo tras la absolución de la memoria"




E inevitablemente tengo que añadir una canción. A falta de la existencia de "todas las cosas que tú eres", banda sonora del libro no inventada, me quedo con "fly me to the moon", también mencionada en algunas líneas. Esta versión de Julie London me encanta.


debates que no oyes por no saber mirarme

De estas veces que me pongo a contarle al teléfono de la ducha todo lo que me gustaría decirte a ti pero no me dejas.

- Pero es que... J* no es ese tipo de chico

Y no me entiendes cuando te digo esto. Me refiero, J* no es el tipo de chico que usas (uso). J* es... precioso. Y si, esa es la mejor palabra que se me ocurre en este momento para definirle. Es un chico monísimo, encantador, adorable, pequeño, divertido, simpático, con carita de ninfa, con su pelazo y su culín chiquitico para cogérselo y darle un mordisquito porque parece que va a estar dulce. No es el tipo de hombre que usas (uso) para el sexo. Por eso no entiendes cuando te digo que no me debería haber acostado con él.

- Otra cosa en la que me superas aparte del sexo

Pues claro que te supero en el sexo, es que esa comparación no tiene sentido, soy mujer, es muy fácil para mi. Y eso no quiere decir que me tire a todo lo que pase ni que no tenga criterio para ello, como has dado a entender, otra cosa es que a ti no te alcance entender mi criterio. Y aquí, necesariamente me explico, porque ya necesito que te enteres aunque ni siquiera vayas a leer esto.

Mi criterio no es un físico, es que ni siquiera existe una característica física excluyente. Mi criterio responde a unos estándares de belleza completamente aleatorios que ni siquiera yo se de dónde han salido. Básicamente se me conquista con personalidad, con intereses comunes, con una interesante primera conversación, con una sonrisa, con alguna locura, con afinidad. Mis gustos pasan por trayectorias de vida, por cualquier persona que pueda aportarme algo diferente a lo que veo, vivo y tengo cada día, por gente completamente ajena a mi, a mi vida, a mi entorno, a todo lo que me rodea, por gente que no me conoce, con la que puedo ser quien yo quiera sabiendo que no me juzgarán por ello. Por gente que me aporte justo lo que necesito en ese preciso momento.

Por eso te digo que no debería haberme tirado a J*. Volvemos a lo mismo, es un amigo, no muy cercano, pero un amigo. Y yo a mis amigos no me los tiro. Es un poco contradictorio, porque comparto sexo precisamente con desconocidos, es algo tan personal que ni siquiera soy capaz de compartirlo con gente conocida. La mejor forma de conocerme es a través del sexo, es justamente en ese momento cuando soy yo, pero yo de verdad, la desnudez es como la transparencia, me sincero y entonces pierdo el control y me vuelvo vulnerable. Y yo, si alguien me conoce, sabe que nunca pierdo el control. Solo con gente desconocida me lo permito, porque se que no saben tanto de mi como para poder hacerme daño. Evidentemente la ausencia de sexo no es una opción, por tanto la solución termina siendo hacerlo con gente con la que eso es lo único que comparto.

Lo de usarlos para el sexo puedo decir que es lo que menos me importa, porque total, ¿qué hombre no se deja usar con ese fin? Al fin y al cabo el sexo es algo que se comparte y “dejarse usar” implica que ellos también participarán de la actividad. Pero no puedo evitar cuando uso repetidas veces a la misma persona, pasar de “usarle” a “compartirlo”, entonces es cuando todo se complica, cuando nace un cariño que no quiero tenerles y al final acabo perdiéndome en el abismo sin que ellos sepan lo que ha pasado.

05 mayo 2012

r*

     Me preguntaste que "¿porqué tú?" ¿cómo que "porqué tú"? o sea, ¿estamos locos? ¿Porqué yo? en todo caso. Eres... eres... eres todo lo que yo siempre quise ser, eres lo que yo quería ser de mayor, eres... ay...

     Yo no se escribir sobre mi. Yo no se autoanalizarme tan objetivamente y ni mucho menos me acerco a ser capaz de ponerlo en palabras como tú lo haces, tan... claro, tan sincero. Yo soy mucho más dispersa, cambiante, indefinida, aleatoria... o quizás justo todo lo contrario. Quizás el problema es que soy tan constante que me aburro de mi misma.

     ¿Ves? me acabo dispersando, en eso si nos parecemos. Yo venía a hablar de ti. De lo que eres y de lo que me supones. Y tengo que decir que no se qué sería yo sin una tú que me complementase. A mi esto de los sentimientos como que no. O sea, si, no tengo que explicarte que son la razón de mi existencia, ya me conoces suficientemente bien. Pero digo que no, que no los escribo. Son mis sentimientos y son míos, y que así permanezcan. Yo... yo escribo sobre sexo, yo no se escribir-te. No soy capaz de poner en palabras todo lo que me ronda por la cabeza cuando pienso en ti. ¿Hermana? ¿alterEgo? ¿yo?

     "Hermana" es sin duda la que creo que mejor puede describir este sentimiento. Pero es que, ni siquiera eso, porque tengo hermanos y bien sabes cuánto los quiero, pero tú ... eres más. A ti te he elegido yo, contigo me encontré de casualidad y no supe no quererte. Y mira que me costó arrancarte un abrazo, te he tenido una paciencia que a nadie más he concedido y me consta que sabes apreciar.

     Y decías tú que "¿porqué?". ¿Acaso concibes la posibilidad de no habernos conocido? Esto es así porque TIENE que serlo, no hay otra. Yo no soy sin ti. ¿Con quién sino iba a pasar horas con un café compartiendo silencios parlantes? ¿Qué sería de esos viajes si no los compartiese contigo? ¿Con quién me iba a pasar días enteros tirada en el sofá con Divinity puesto en bucle? ¿Quién iba a escuchar cada chorrada que me pasa, con retransmisión casi en directo, y además tomarme en serio y responderme? ¿Quién cojones va a tener esta sincronización mental conmigo que no seas tú? No hay, no lo intentes, no existe.

     Pero sin duda, lo que mejor resume todo este barullo de sentimientos atropellados, es un abrazo. Así soy yo, yo no hablo, yo... te doy un abrazo de 500km, de esos que te recolocan la columna. Me despido jurando lealtad a ese pirata Patapalo que llevamos dentro y brindo por seguir siempre surcando mares. Juntas.


"Oh, capitán, mi capitán" Walt Whitman

09 abril 2012

a* (V)

     Había un chico, y un piano, la música empezó a sonar acompañada de su voz y entonces fue como si estuvieses allí, conmigo, abrazándome, soñando por mi.
     Se que te hubiese gustado, y cuán feliz hubiese sido humilde servidora disfrutando tu sonrisa.
     En otra ocasión fue un arpa acariciada por un hombre experimentado y entonces te quise y toda mi cabeza fuiste tú. Como lo eres desde hace tiempo, como lo has sido estos días que llevo sin verte, como estoy segura que seguirás siendo mucho tiempo.

03 abril 2012

a* (IV)

     Definitivamente te has convertido en una constante.
     Pocos sueños he recordado en mi vida, y si ahora pudiese hacer una estadística, puedo afirmar que un alto porcentaje data de hace pocos meses y todos me hablan sobre ti.
     No se qué tienes, no se qué me has hecho, contigo no se dominar mi pensamiento y no sabes el miedo que me da quererte. Ya lo dije la primera vez que te escribí, "yo, cada vez, me enamoraré más de tí, mientras tú, cada vez me verás más como "Uno de los Nuestros"". Siempre escribo con la imaginación, y en este caso también lo hice, de hecho con la confianza de que al dejarlo escrito quedaría constancia de la irrealidad de la situación, de que tan solo eras producto de fantasías e ilusiones, de los dibujos mentales que me acompañan al escribir. Pero ahora me veo negándome, intentando convencerme a mi misma de que no eres real, al menos no lo es esto que creo que me conmueve cada vez que vuelves a mi mente.
     Cuando empecé a tomar conciencia de la cantidad de horas al día que te tenía en mi mente, el siguiente paso fue analizarte, compararte con ese ideal de hombre que desde hace tanto voy definiendo, y ¿sabes lo peor? que por más que busco, no soy capaz de encontrar nada que quiera y tú no tengas. A esto además hay que añadirle tu atención. Esa atención que me prestas. Creo que incluso podría hacer una lista de pequeños detalles sobre mi misma de los que ni yo me había dado cuenta y que tú sin embargo tienes en cuenta y de hecho, me los comentas.
     Luego están las "indirectas", necesariamente entre comillas, porque más bien son directas soltadas de forma descarada, vulgar y acompañadas siempre de un "es coña" que al final las reduce a nada, pero ... cuánta verdad esconden.
     Y de otro lado tus detalles. Esos que por más que intento, no soy capaz de ignorar. Esos que voy recopilando en pañuelos de papel, borradores del móvil, mi libretita o cualquier cosa que tenga a mano en ese momento para escribir. Como por ejemplo aquel suspiro. Fue solo eso, un suspiro, y de hecho dedicado a un amigo que en ese momento te sacaba de quicio, pero a mi me sonó tan... sexual. No creas que no he luchado por olvidarlo, no debería haberlo escuchado porque se repite cual disco rayado en mi mente cada vez que pienso en ti y me provoca unos pellizcos en el esófago que acaban entrecortando mi respiración. Fue ese tipo de suspiro que suena a último aliento, a tenerte encima, a sentirte dentro, a tus ojos cerrados, a tu boca entreabierta, a tu cintura relajándose entre mis piernas bajo ese poster de "METROPOLIS", a nosotros juntos en una cama, a tus manos acariciándome, a tus besos, a dejar de pensar y dejarnos ser.
     Suena a todo lo que quiero contigo.

22 febrero 2012

rescate*

     Porno, eso, porno es lo que escribía, porque después de releerlo no se me ocurre otra categoría en la que incluir estos relatos. Hace poco, rebuscando algo entre las carpetas antiguas de mi disco duro, di con algunos de los relatos que escribí hace unos años, y como digo, "quasi" porno. Este es solo uno de los más light. Hay alguno por ahí que hasta me sonrojo al leerlo, pero este me ha dejado buena sensación al terminarlo (aparte de reacciones físicas inesperadas), además porque recuerdo perfectamente al chico en cuestión y la situación de la biblioteca, verídica de hecho, solo que sin sexo, para decepción mía.

     No me extiendo más, os dejo el relato en si:

""[...] el problema de la redistribución de beneficios y cargas en el suelo urbanizable y en el suelo[...]"

- Esto del derecho me está matando, además son ya casi las cuatro, va siendo hora de irse, ¿no?
- Si, vamos a dormir que estoy ya harto de Física

Recogemos el campamento que tenemos montado en una de las mesas de la biblioteca. Saliendo me ofrece un cigarro que nos fumamos tranquilamente en el banco de la puerta.

- Oye ¿antes a dónde has ido?
-¿Cómo que a dónde he ido? Como si no lo supieras
- Ya, lo se, pero me refiero al lugar, porque en mitad de la calle no creo que haya sido
- No, hija. Hemos ido a su piso, que no estaban los padres
- ¿Y si no hubiera tenido casa? Porque digo yo que tiene que haber algún sitio al que ir con coche…
- ¿No estarás pensando en irte con alguien?
- No, ahora no, pero otro día quién sabe, siempre es bueno saberse esas triquiñuelas
- Ahora cuando te lleve a casa nos pasamos por allí
- ¿Me vas a llevar al picadero oficial?
- Tú eres la que quiere conocerlo…

Fácil de encontrar su coche en el ahora vacío aparcamiento, nos dirigimos en dirección contraria a nuestros domicilios.

- Como sigas por aquí vamos a llegar al fin del mundo
- Ya, es que está en el fin del mundo, de hecho esa es la cuestión, que esté apartado y oscuro
- Cierto

Seguimos cinco minutos más por una calle interminable en la que va habiendo cada vez menos farolas de alumbrado y comienzan a desaparecer los edificios. De pronto llegamos al final del tramo asfaltado y, tras un escalón con el que casi rozan los bajos del coche, se convierte en carril de tierra regularmente apisonado y evidentemente sin una sola lucecita. Otros tantos metros adelante, se detiene y maniobra hasta meter el coche de culo en un carril que sale del que nos encontramos nosotros. Apaga las luces y detiene el motor.

(¿Pero qué haces?) Se me ocurre pensar pero no me atrevo a decir. Está quieto, mirando al frente, he de suponer que es aquí, pero ¿por qué se para? si yo solo quería saber dónde era. Al verlo maniobrar pensé que se volvería. Le miro por curiosidad, de reojo, tampoco me atrevo a mirarle directamente ni a preguntarle. Sigue mirando al frente con una mano en la palanca de cambios y la otra apoyada en la puerta, pensativo.

Nunca ha pasado nada, y creo que inconscientemente nos hemos puesto de acuerdo para que no pase. Somos los mejores amigos del mundo y es mucho el tiempo que hace que nos conocemos, cosa que no quita que haya habido momentos de verdadera tensión sexual entre nosotros, pero si saliera mal sería mucho lo que perderíamos, así que mejor dejarlo como está. Pero entonces ¿qué está haciendo ahora? Me gustaría saber qué se le pasa por la cabeza, porque realmente me apetece estar con él en todos los sentidos, “si saliera mal…” es lo que siempre pienso y creo que él también, pero si saliera bien podría ser tan perfecto que me hace dudar si arriesgarme a la posibilidad de perderlo, de hecho es que no se me ocurre cómo podría salir mal, entre nosotros no hay manera de que nada salga mal, es imposible.

Decidido. Ahora: ¿cómo empiezo? Porque eso si, como no empiece yo, lo veo hasta que amanezca ahí sentado mirando al frente sin hacer nada. Por otra parte ha sido él quién ha tomado la iniciativa de traerme y pararse, así que me toca actuar. Deslizo mi mano sobre mis piernas hasta llegar a la palanca de cambios donde se encuentra la suya, volviendo la mirada hacia el otro lado, sin querer mirarlo por si su reacción es negativa. Le alcanzo con el dedo meñique y jugueteamos con los dedos acariciándonos las manos (uff, eso ha sido un si). El corazón se me va a salir del pecho, pero por otra parte me encuentro más tranquila al ver que me ha respondido a las caricias. 

Ahora si, le miro, él también miraba por la otra ventanilla. Gira la cabeza pero la agacha, fijando sus ojos en nuestras manos ya quietas, pero aun entrelazadas sobre la palanca. En medio de la oscuridad vislumbro una media sonrisa en su cara, le sujeto la barbilla y hago que me mire dedicándome el gesto a mí y devolviéndoselo cariñosamente. Nuestros cuerpos acortan distancia entre ellos. A un palmo de distancia, ambos inclinados, nos miramos fijamente y giramos lo necesario para que los relieves faciales no nos impidan juntar los labios. 

Abajo, nuestras manos soltaron la palanca hace tiempo y ahora se acarician brazo arriba hasta una espalda masculina y un hombro femenino. La otra, libre antes, acaricia ahora la blanca piel de su cara y se enreda en su pelo largo y moreno, mientras la suya acaricia mi torso suavemente.Cuando la vista empieza a nublarse por la cercanía, los ojos se cierran voluntariamente, dejando así los demás sentidos a flor de piel. Su olor, más cerca, tan cerca que me aturde, el de siempre, tan característico, pero mucho más intenso. Y por fin el tacto, su piel contra la mía, sus labios finos y temerosos junto a los míos carnosos y deseosos de él, de todo él. Se abren un poco, suficiente para notar su sabor al primer roce con su lengua. Se abren más y ahora nuestros sabores se juntan y se mezclan al son de movimientos descompasados. Un segundo, nos separamos. Miramos vergonzosamente y volvemos a besar, con más ganas, con deseo, está claro, quiero, queremos. Pasan minutos, nos volvemos a separar.

Encontradas las miradas le señalo el asiento trasero, con la cabeza casi agachada por parecerme demasiado atrevida la proposición de pasar a un siguiente nivel. Con otro sería totalmente natural, de hecho ya llevaríamos un rato ahí detrás y hablaríamos y jugaríamos y lo pasaríamos bien, pero con él, es todo tan especial que no quiero ni abrir la boca, vaya a estropear este aura de magnificencia que irradiamos al estar juntos.

Mueve el interruptor de la luz del techo para que no se encienda al abrir las puertas, indicándome que sí. A la vez ponemos las manos en las manecillas para abrir y nos miramos antes de hacerlo asintiendo ambos con la cabeza. Haciendo el menor ruido posible, nos pasamos detrás y parece que el ambiente cambia, el paso ya está dado, ya que hemos llegado hasta aquí no vamos a dar marcha atrás, solo queda seguir adelante.

Cerradas ambas puertas nos volvemos a acercar, esta vez con menos pausa. Eleva su mano y me acaricia la mejilla, mirándome con ojos diferentes, nuevos, como si fuese la primera vez que me ve, a lo que yo respondo sonrojándome y agachando la cabeza cual gatito contra su mano. Nos seguimos acercando hasta que nuestras bocas entran en contacto. Un beso ahora menos inseguro, más instintivo. Noto sus manos acariciarme el cuerpo sin tocar en zonas comprometidas, tímido. 

Me muevo en el asiento para tomar una postura un poco más cómoda y me sitúo de muslos abiertos sobre su cintura. Le noto abajo, un bulto bajo su pantalón que roza y me excita provocando un cúmulo de sensaciones nuevas al tratarse de él. Una mano de la espalda se acerca indecisa hacia delante, pidiendo un permiso que le confirmo moviéndome un poco hacia atrás haciendo que su mano llegue a donde deseaba. Se ayuda ahora con la otra mano y me masajea con la cabeza gacha, vergonzoso. 

Mis manos recorren su torso y comienzan a explorar bajo su camiseta levantándola un poco, tocando su piel suave y caliente. Baja ahora las suyas para imitarme subiendo más mi ropa que yo la suya, momento que aprovechamos para dar un siguiente paso: el desnudo. Descubierto el torso, las cosas parecen más fáciles. Ya no titubea, me desea y sabe que me tiene. Sus manos van directas ahora a mi pecho, que a la altura de su cara, alcanza con la legua fácilmente. Forcejea en mi espalda para desabrochar lo que me queda arriba y deshacerse de ello. Libres ambos nos tocamos y nos besamos cada vez más apasionado, con ganas, con 
muchas ganas de tomarnos. 

Cuelo una mano entre nuestros cuerpos que empiezan a transpirar, llegando al borde de su pantalón, donde lo que antes rozaba se antoja más caliente y duro si cabe. Le desabrocho el botón y la cremallera se baja por arte de magia, dejándolo bajo la ropa interior que presiona menos y ahora todo parece más. No puedo evitar tocarle, entrar en contacto con esa parte de su cuerpo, sobre la fina tela que lo cubre, pero ya todo se aprecia. Ante esto se detiene, sus manos que me acariciaban bajan a mi cintura y su cabeza se deja caer sobre el respaldo con los ojos cerrados. Me ayudo con la mano libre y levanto la tela, entrando en contacto 
directo y sintiendo su placer en una contracción de sus abdominales acompañada de un suspiro con el que absorbe todo el oxígeno del coche. 

Le dejo disfrutar con mi mano mientras le beso el cuello y voy bajando por el torso con los labios. Llegando al ombligo intensifico las caricias, mi lengua lame todo su cuerpo acercándome poco a poco a donde se encuentra mi mano. Llego, pero no toco, me acerco más, hasta que nota mi respiración sobre él, con la punta de la lengua acaricio, sólo un poco, suficiente para que vuelva a suspirar. Le miro y me devuelve una sonrisa a medio camino entre un: “hija de puta, métetela ya en la boca” y un: “me encanta lo que me haces”. 

Le hago caso a lo primero, aunque lo segundo es también evidente. Le bajo un poco más la ropa para dejarle libre al completo y levanta la cintura para que se la baje a los tobillos. Obedezco a su gesto, dejándole como su madre le trajo al mundo. Perfecto ante mis ojos. Con una caricia húmeda le recorro todo, desde abajo hasta la punta donde encuentro un sabor amargo que no es el de mi saliva. Juego con él, voy y vengo, a veces más intenso, otras casi sin querer tocar, unas con la mano, otras con mis labios, con ambas a la vez al final y ahí se estremece, noto el escalofrío que recorre su cuerpo cuando lo tengo entre mis labios, llegando hasta la garganta y a la vez mis manos acariciando unos centímetros más abajo. Unos segundos de éxtasis y le dejo, recorriendo el camino por su torso a la inversa hasta llegar a su boca. Un beso que me devuelve desesperado. 

Sin más preámbulo baja sus manos directamente a mi pantalón, que desabrocha sin problemas, pero no es tan fácil introducir la mano. Se incorpora en el asiento indicándome que me levante y después que me tumbe en la medida de lo posible, dentro del pequeño habitáculo en el que nos encontramos y en el que comienza a hacer calor. Hago lo que me indica y cuando decide deshacerse de mi ropa le ayudo de la misma manera que él a mí antes. Los pantalones colgando de una pierna, le doy permiso separándolas, dejándole hacer. Sin esperarlo noto su mano, sus dedos haciendo y deshaciendo sensaciones, arriba del todo, abajo luego, también, ambas manos actuando y de pronto su lengua, sensual acariciando la ingle primero mientras sus dedos juegan dentro y fuera de mí. Se acerca y llega y ahora ya no se cuántos son los que entran o salen porque todo se concentra arriba. No puedo evitar mi manía de cogerle de los pelos. Pasado el momento de exaltación se empiezan a apreciar todo, y roza con todo en todos sitios, los dedos arriba, la lengua abajo, viceversa, y una de las veces, abajo, sus dedos dentro, pero no es el placer habitual, no suben hacia mí, bajan, y sin estar detrás, se aprecia otro tipo de satisfacción que hace entrever los placeres de lo aún no probado. Un inevitable gemido sale de mi garganta. Levanta la vista para mirarme, le sonrío y me la devuelve con cara de satisfacción. Sabe lo que hace. 

Sin opción a regodearme, me deja disfrutar un poco, lo suficiente para dejarme con ganas de más, aunque eso siempre pasaría. Vuelve a mí, nos besamos y nuestros cuerpos se acercan por primera vez desnudos a la misma altura. Él sobre mí, yo de piernas abiertas, separados por menos de un palmo de aire cada vez más a nuestra temperatura, hace calor y me aturde, y junto a él la sensación es sofocante. Se acerca despacio hasta que el desnudo se roza, se acaricia contra mi cuerpo dubitativo y le abro paso, un pie en el techo y se abre más, la cadera sube y estamos a la misma altura para que todo encaje. Fácil, húmedo, resbaladizo, avanza y entra, y lo hace hasta el infinito, soltando a la vez un suspiro en el que se entrevé la primera vocal. 

Nos movemos al compás, él con más libertad, despacio al principio, más intenso con el tiempo. Se incorpora mientras se mueve y acierta cuando acompaña los movimientos con caricias de sus dedos unos centímetros más arriba de donde está la acción. Aquí me aturde, cierro los ojos para sentirlo todo más cerca si se puede, le dejo hacer, me muevo menos, me concentro en mí, en acumular todo el placer en el mismo punto, en él dentro y su mano haciendo. De pronto cesa, sale dejándome al borde del abismo, pero lo hace para acariciar de forma diferente, con la punta, con su punta carnosa y mojada de haber estado dentro de mí, se restriega fuera por todo y eso me pone más nerviosa todavía. En el momento justo, a punto, entrando las serpentinas por mi cuerpo, cuando los músculos comienzan a contraerse vuelve a entrar, ahora embistiendo con más fuerza. Llega y mi cabeza vuela, ahora no son suspiros ni gemidos, son alaridos de placer, le abrazo subiendo mi cuerpo, apretando el suyo contra el mío casi sin dejarle movilidad, me muevo yo descompasada y le muerdo, por suerte en el hombro que no queda al descubierto con ropa. Terminan las sensaciones y todo se relaja, mi cuerpo se queda flácido y se deja caer mientras él sigue moviéndose ya más tranquilo.

- Perdón – me siento mal por el bocado. Ha podido doler. 

Se ríe y niega con movimientos de cabeza quitándole importancia. Normalmente me apetecería dormir, pero estoy con él y le tengo dentro y sigue moviéndose mientras sus ojos me observan con mirada dulce. Me sigue gustando y como siempre, tengo ganas de más. Tomo la iniciativa y le levanto haciendo el intento imposible de que no salga de mí en el cambio de posición. Volvemos a lo anterior y me siento a horcajadas sobre él. Me vuelvo a acariciar por el exterior con él antes de que entre, mientras juguetea con mis pechos acariciándolos y lamiéndolos entre “uffs” que salen de sus labios. Por fin le guío dentro y se acomoda delantando la cintura al borde del asiento y estirando las piernas, posición en la que cuando entra lo hace hasta el último milímetro de su piel. Me lo pone fácil, domino la situación y me muevo adelante y atrás sin salir lo más mínimo, de hecho, intentando que cada vez entre más, porque cada vez que pasa da ahí, en ese punto tan adentro, ese centro del placer que algo tendrá de especial porque no es a mí a la única que vuelve loca. Me sujeta de las nalgas ahora y me da una ayuda que no necesito con los movimientos. Un tortazo que suena más que duele e incorpora la cabeza que había apoyado antes sobre el espaldar. Me busca con su boca y la abre como un león al encontrarse con la mía, dejándome tanto espacio para actuar que no se dónde besarle. Le abrazo por los hombros y apoyo mi frente sobre el espaldar en que él tenía su cabeza. Ahora nuestros cuerpos están en total contacto, mi pecho contra su pecho, sudando y moviéndonos cada vez más. Cambian mis movimientos y ahora hago que salga entero, hasta la punta, casi fuera y después vuelva a entrar hasta dónde estaba, repetidas veces cada una con más intensidad y noto que sus manos en mi trasero se detienen y presiona con las yemas de los dedos. La indicación que necesitaba. Está a punto y le satisfago, muevo más intenso, más rápido y más salvaje, le gimo al oído mientras con una mano le agarro de los pelos y abajo se descontrola la pasión. Pongo la otra mano donde le termina la espalda y presiono contra mí para que roce más. Sus manos se mueven y me abrazan ahora la espalda con tal fuerza que me estruja contra él dejándome casi inmóvil, lo que me hace mover más despacio y rozar más. Entonces le noto dentro, aprecio los latidos de su corazón y las convulsiones que el placer le produce, acompañados de sonidos más disimulados que los míos, pero que no dejan de ser escandalosos. 

Permanecemos así un momento, sonriendo sin vernos la cara. Me muevo, nos vestimos entre el silencio y miradas cómplices y volvemos delante. Me lleva a casa sin mediar palabra. 

- Nos vemos mañana en clase – es lo único que dice al bajarme del coche. 

Ambos sabemos que no se repetirá"

     Ahora que veo estas situaciones con la distancia de años y relaciones perdidas, me arrepiento de no haberle acariciado esa mano que tenía en la palanca. Esta historia podría haber sido cierta, pero no tuve el valor de acariciarle en los casi diez minutos que estuvimos mirando al frente, nerviosos, sin mediar palabra, y que definitivamente acabaron volviendo a casa sin más. A día de hoy sigo sin saber porqué no lo hice, cierto es que en aquel momento pensaba que tenía mucho que perder. Si hubiese sabido que lo perdería de todos modos, probablemente me hubiese arriesgado.